HISTORIA
Bonafide comienza en 1917, cuando Geraldo Trinks, hijo de importadores de café decidió abrir un kiosco en el Pasaje Güemes, en pleno centro porteño. Allí se dedicó a la venta de café y se instaló la primera máquina tostadora del país. Aquel café nuevo, entero, sin baño de azúcar y accesible a todos los bolsillos se abrió camino, y tal fue el éxito del emprendimiento que para poder recibir a la gran cantidad de clientes Trinks abrió un segundo local en la misma galería, al que sumó la venta de caramelos. Geraldo sintió la necesidad de darle un nombre a su marca, que fuera reflejo de tradición y confianza. Así surgió Bonafide (buena fe), que ha sido desde entonces símbolo y bandera de la empresa.